15 de agosto de 2013

Masa de pizza casera

Masa de pizza casera
Una receta básica y sencilla, que podemos preparar en poco tiempo, para disfrutar de una pizza más saludable y hecha en casa.

Este plato de origen italiano se elaboraba con masas finas de pan aromatizadas con algunas especias. Hoy en día es uno de los protagonistas de muchas de nuestras reuniones sociales: cumpleaños, meriendas... cualquier momento es bueno para disfrutar de una buena pizza.


En un primer instante tendemos a relacionar este alimento con comida poco saludable, pero si utilizamos ingredientes naturales podremos disfrutar de unas deliciosas pizzas preparadas en casa.

¿Os apetece compartir esta pizza con nosotros?


Ingredientes
  • Harina de fuerza o especial para pizzas (150g)
  • Levadura fresca (10g)
  • Media cucharadita de sal (4g)
  • Dos cucharadas de aceite de oliva (10ml)


Cómo preparar masa de pizza


Empezaremos colocando en un bol grande la harina y la sal, mezclando bien ambos ingredientes con los dedos, para que se fundan de forma uniforme. En un vaso, calentamos un poco de agua templada y añadimos la levadura, dando vueltas con una cucharita para que se disuelva. La levadura fresca de panadería es más natural que la que podemos encontrar en sobres, que es química. Si no lográis encontrarla, podéis sustituirla por un sobre de 10 g de levadura granulada.

Una vez que se haya disuelto, vertemos el agua al bol, añadiendo también el aceite de oliva. Mezclamos bien todos los ingredientes, puedes utilizar un tenedor para ello. Si fuera necesario, añade agua templada poco a poco a la par que sigues amasando, hasta que consigamos que la masa se despegue de las paredes del bol.

Amasar la base de la pizza Cuando tengamos la masa despegada, colocamos un poco de harina sobre la mesa de la cocina y amasamos durante 10-15 minutos, hasta conseguir una masa lisa y elástica. Para amasar correctamente, aplasta y estira la masa con la mano derecha, doblando después la masa a la mitad y presionando de nuevo con la base de las dos manos.

Una vez lista, hacemos una bola con la masa y la dejamos reposar en un recipiente en un ambiente cálido, cubriéndola con un paño o film transparente hasta que fermente y doble su volumen durante unos 30-40 minutos aproximadamente.

Cuando haya subido, volvemos a amasar antes de estirarla con un rodillo sobre la mesa enharinada. 

Truco!  Deja estirada la masa durante unos minutos antes de añadir los ingredientes para que quede más crujiente

Con la ayuda del rodillo de cocina, le damos la forma deseada a la masa. Después sólo debemos añadir y cubrir con los ingredientes deseados, horneando después la pizza en un horno precalentado a 220º durante unos 20 minutos o hasta que veamos que la superficie empieza a estar dorada.


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